sábado, 6 de septiembre de 2014


Uno de los problemas muy frecuentes en la sociedad en que vivimos hoy es que existe un gran porcentaje de la población tiene que vivir en soledad, que no cuenta con un compañero en la vida o no ha podido encontrar una pareja afín, con quien disfrutar su camino.

 Vivir sin amor no es fácil, ya sea porque nunca se ha tenido éxito en la búsqueda de una pareja estable o porque se ha fracasado en parejas anteriores, lo que importa es la situación actual, es decir, la soledad se siente en el momento presente y eso es lo que duele. Muchos se preguntan cómo dejar de estar solos o solas en la vida o cómo combatir la soledad. 

 Antes que nada, existen algunas cuestiones personales para revisar y arreglar para luego poder buscar una pareja o una amistad profunda que pueda conducir al amor. En principio, la búsqueda de la armonía personal, de estar bien con uno mismo, es fundamental para ser atractivo o atractiva para la otras personas, asimismo, la afirmación o reafirmación de la autoestima es necesaria para salir al mundo exterior en la búsqueda de un alma gemela, novio, novia, amigo o como cada uno se sienta cómodo en llamar al compañero de su vida. 

 Salir del ostracismo en el que muchas veces se cae es importante, abundan los casos en que las oportunidades de encontrar pareja están muy cerca pero no se las puede detectar, no se las ve, ya sea porque la atención esta puesta en otras cosas, por estar en una actitud negativa o por la creencia de que no es posible encontrar la pareja ideal. 

 Es necesario comenzar a quererse a si mismo, mirar si con la imagen personal no se está boicoteando la posibilidad de ser mirado /a, por el otro; si la actitud personal es positiva el otro lo va a percibir; alguien es atractivo cuando se siente atractivo, esto no tiene que ver solo con la belleza física, se atrae, se conquista y se es interesante para los demás cuando se es interesante y atractivo para la propia persona. 

 Salir es importante, aceptar las invitaciones de amistades para ir fiestas, reuniones u otros tipos de salidas, no solo hace bien y trae un poco de aire a la vida, sino que ayuda a conocer personas interesantes y de las otras también. Salir, mirar, exponerse, dejar de lado el miedo a fracasar, es un principio para dejar de estar solo en la vida, y abandonar la soledad definitivamente .

viernes, 5 de septiembre de 2014

¿Sabias que puedes conocer a Cientos, Miles¡ De Mujeres Atractivas En Internet, sin la necesidad de estar a diario en bares, clubes, cafés, en el trabajo o en la universidad persiguiéndolas como si fueras su perro faldero?
No estas cansado de ver cientos de sitios web en Internet que te venden el Ultimo Libro Milagroso para que puedas conocer a centenares de mujeres, y te Prometen que te vas a poder acostar con todas ellas sin hacer ningún esfuerzo de tu parte?
Literalmente te están Prometiendo SEXO! CON TODAS ESTAS MUJERES a cambio de CERO, 0, NADA, NINGUN esfuerzo de tu parte.
No te parece eso una GRAN MENTIRA?
Te lo digo por que yo también viví esa situación. compras su “FORMULA” milagrosa, la lees toda, y cuando vas a entrar en accion, NADA! de lo que leíste, en verdad funciona
Esas “Estrategias” ya estan pasadas de moda, muchos de los que las han utilizado, quedan decepcionados, son muy pocos los que tienen exito con esos metodos.
Dejame preguntarte algo: ¿POR QUE CONTINUAR HACIENDO LO MISMO SIEMPRE, Y SEGUIR TENIENDO LOS MISMOS RESULTADOS?
Si quieres verdaderos resultados, si quieres verdaderos cambios en tu vida, debes dejar de hacer lo que hace la mayoria, y tomar ventaja de las nuevas ideas, de los expertos para ligar con chicas realmente atractivas.
En vez de limitarnos al espacio fisico de un bar, o un club, o una disco, o del trabajo, por que no tomar un atajo mas sencillo, legal, novedoso y que muy pocos conocen para ligar con muchas mujeres?

Buscar pareja en internet
Esta es muy importante, pues servirá para que empiecen a conocerse. Es el momento de observar todos los detalles, de estar receptivo para poder percibirlos, de ganar la amistad y el interés de la persona con quien estamos. Preste atención a sus necesidades (a todos nos gusta que nos escuchen y que estén dispuestos a comprendernos) y si ve que se empieza a interesar por usted, tómaselo con calma, no quiera quemar etapas, mantén un poco la incertidumbre; esta incertidumbre, este misterio... es la clave del deseo y crearán dependencia, pero no se muestre del todo inasequible, pues frenará a su posible pareja.

Aunque, como decíamos antes, es bueno que escuche a la persona, no la atosigue demasiado, pues provocaría un rechazo (a nadie le gusta sentirse agobiado).
Una persona que puede cambiar nuestra vida... Piense en una pequeña planta recién trasplantada en un tiesto: debemos regarla regularmente, de lo contrario se secará y morirá; pero no podemos abusar del agua, pues la ahogaríamos y moriría.

Es muy importante que no se impaciente si la persona le interesa y no le propone volver a verse en la primera cita. También es importante no fingir, no actúar: le tienen de aceptar por lo que es. Además, es preferible establecer una relación platónica sin ningún tipo de compromiso en una primera etapa, pues servirá de base para un amor pleno y duradero. Si todo ha salido bien las llamadas y las citas serán continuadas y la base de un positivo futuro.

Encontrar una pareja puede ser complicado, pero dejará de serlo si aprendes exactamente lo que tienes que hacer, cuando lo tines que hacer y en qué lugar lo tienes que hacer.


Lo primero de todo a tener en cuenta es que entiendas que lo más normal del mundo es tener problemas para encontrar pareja.
Te voy a poner un ejemplo muy sencillo para que lo entiendas: imagina que estás en una discoteca y sales para encontrar una pareja. Ahora piensa en la cantidad de gente que hay del sexo opuesta y analiza. De la gente del sexo opuesto, un 30% ya va a tener pareja, otro 30% vendrá solo para pasárselo bien y otro 20% no estará por el tema. De esta forma, quiero que veas que de cada 10 personas, solo 2 estarán dispuestas a algo. Si al entrar en la discoteca, te encuentras con alguien que no sea una de esas personas dispuestas, debes pensar que es normal y no sentirte rechazado. La idea es seguir hasta encontrar a alguien apropiado.
A continuación te doy 25 consejos para encontrar pareja:

1. Cambia el chip: ten una actitud abierta

Si sales de casa cada día con disposición a conocer gente nueva será mucho más fácil que encuentres pareja. Procura mantener la mirada un poco alta para ver que pasa a tu alrededor y mantén siempre una ligera sonrisa. Esta actitud te hará ver mejor tu entorno y contribuirá a que las personas del sexo opuesto se fijen más en ti y estén dispuestas a entablar conversación.

2. No tengas miedo al rechazo

Debe quedarte clarísimo que lo normal es que haya rechazos y que esto es normal porque no todo el mundo está buscando pareja. Puede ser que la persona a la que nos dirijamos ya esté una relación o que acabe de salir de una recientemente. O puede ser que la persona sea lesbiana o homosexual.

3. Usa las nuevas herramientas que te regala Internet

Internet es la gran herramienta para encontrar pareja. La gente actual tenemos muchísima suerte porque la red nos va a filtrar entre miles de perfiles y nos presentará a los que encajan con nosotros.
Si lo piensas bien, gracias a las webs de búsqueda de pareja vas a poder ganar muchísimo tiempo y horas. Además, la moyoría de estos portales son gratuitos.

Mi sugerencia es que si realmente quieres encontrar pareja, ahora mismo pares de leer y te des de alta en todas las webs citadas. De esta forma multiplicas tu capacidad de encontrar pareja rápidamente.Causal Club - el mejor sitio para encontrar tu pareja.

4. Para de buscar la solución perfecta y ponte a practicar

Aquí juega un papel muy importante el miedo al rechazo. Muchísimas veces pensamos que tenemos que estar más atractivos o atractivas o que tenemos que llevar el pelo no se como o que tenemos que pensar mejor lo que diremos… Y esto es un gran error! La idea es que si lo planteamos de esta forma, nunca encontraremos pareja porque no nos estaremos dando posibilidades.
Quiero que te des cuenta de que nunca será el momento perfecto y que lo importante es probar. Lanza la caña, la red o como le digas, pero lanza algo porque sino no habrá forma de que encuentres una pareja.

5. Fíjate en los que saben y las que saben

Seguro que tienes un amigo o una amiga que no para de ligar. No hace falta que le preguntes directamente lo que hace, sino que basta que te fijes en su conducta. Si, además, le preguntas y le pides que te de consejos, seguro que está contento de hacerlo y te ayuda mucho.
Es básico que te fijes en las minucias tipo actitudes, miradas, palabras usadas, tono.

6. Busca siempre la picaresca

Procura siempre generar doble juego con las palabras y busca dobles intenciones. Esto dará salsa picante y ayudará a romper el hielo más rápido. Además, si lo otra parte te sigue el rollo, te dará un punto importante para congeniar. Y esto será esencial para empezar.

7. Crea siempre retos

Intenta picar a la otra parte diciéndole cosas tipo que no te crees lo que te ha dicho o que eso que comenta te lo tendrá que demostrar. Esto hará que las citas futuras salgan un poco solas porque siempre habrán excusas.
Por ejemplo, si la otra parte te dice que es experta cocinando Sushi, finge que no lo ves claro y que quieres verlo y probarlo. Esto va a ir muy bien porque de broma en broma se va calentando el ambiente.

8. Genera misterio

Guárdate siempre algo o intenta desvelar algo a medias. Si te preguntan a que te dedicas, puedes decir que es confidencial y que darás alguna pista para que la otra parte lo descifre. Esto os dará que hablar y creará congeniación. Por ejemplo, en medio de la noche, puedes ir a la otra parte (si estáis en una discoteca) y decirle que tienes una pista rápida.
A parte de la profesión hay muchas más maneras de generar misterio. Dedícate a pensar un poco y analiza con que puedes dar juego a la otra parte. Si ya lo tienes claro te será mucho más fácil sacarlo en una nueva conversación.

9. Cuídate al máximo

Si te sobran unos kilos de más, ves a correr o al gimnasio y haz un poco de dieta. Si eres un chico haz un poco de pesas para que se te vea más en forma y si eres una chica haz algunos ejercicios para mejorar tu silueta.
Esta parte cuenta más en las chicas que en los chicos. Un claro ejemplo es la gran cantidad de chicas guapas que van con un chico normalito. Esto debe quedar claro a los chicos normalitos: muchas mujeres no tienen el físico como un punto importante.

10. Cambia de look

Si no te cuidas mucho, intenta hacerlo un poco más. Ves a tu peluquero preferido y pídele que te aconseje sobre tu look. Intenta sacar el máximo posible de tu belleza y recuerda que se puede cambiar muchísimo.
Procura mantenerte toda tu imagen al más mínimo detalle y haz que se nota que cuidas la forma en que los demás te ven. Arréglate!

11. Compra ropa nueva

La ropa cambia muchísimo a la gente y a su atractivo. Si eres un hombre busca unos buenos zapatos y una camisa muy elegante y a la moda y si eres mujer tienes muchísimo juego. Ponte sexy y maquíllate si eres chica y usa un peinado que te haga resaltar si eres chico.

12. No fuerces la situación

Si ves que la conversación se empiece a degradar y que estáis aguantando el tipo, lo mejor es que digas que vas un momento al lavabo o que vas a ver a tus amigas o amigas. Esto es especialmente perfecto para hombres, ya que las mujeres siempre lo quieren tener todo bajo control y si las dejas a medias siempre se quedan con muchas más ganas. Las mujeres quieren retos.
Algo también básico para hombres es NO forzar para dar un beso o temas sexuales. Lo mejor es ir haciendo bromas hasta que ellas marquen el camino. Si dejas a la mujer con ganas, siempre saldrás ganando.

13. Acude al lugar adecuado

La idea es pensar en el modelo de pareja que estás buscando y hacerte un esquema claro de los sitios en que va a estar o el tipo de lugares que va a frecuentar. Por ejemplo, si buscas a una mujer de unos 30 años, fiestera y con dinero, acude a las discotecas de clase para esta franja de edad de donde vivas.
Si por el contrario, buscas a un hombre excursionista, busca en centro de actividades de montañas.
La idea es extrapolar esto para todo tipo de situaciones y perfiles sociales.

14. Piensa en lo que tienes que ser para quien te busca

Si pretendes ser el hombre serio y autoritario de una mujer encantadora y guapísima que busca su protector, empieza a actuar cada día hasta desarrollar esta personalidad. De esta forma te será todo mucho más fácil.
O si quieres ser una mujer picante en la cama y con mucho sentido del humor que se acaba acostando con todos los guapos y aventureros empieza a cambiar a desarrollar un tipo de persona que agrade a ese tipo de hombres.

15. Busca ser diferente

Esto va directo a los hombres! Si quieres tener una mujer de forma rápida, tendrás que vencer a tu competencia y como muchas veces a las mujeres cada noche se les acercan varios hombres, tu tendrás que ser el que marque la diferencia. Será importante que desarrolles un buen sentido del humor y uses trucos para ligar como los de antes que tratan la picaresca y los dobles sentidos. Esto te ayudará a encontrar una pareja.

16. Muéstrate cero necesitado o necesitada

Una de las bases para encontrar una pareja es que vean que tienes más gente que va detrás de ti. Esto es un símbolo genético de que hay mucha gente que quiere tus genes y jugará a tu favor. Si te muestras muy necesitado, se verá que no tienes a nadie más y te será muy difícil pasar esta prueba.
Esto es más aplicable para los hombres pero también debe considerarse en mujeres porque cuando una mujer se ve muy necesitada los hombres acaban jugando muchísimo con ella e incluso pueden acabar riéndose.

17. Usa el tono de voz

Educa tu tono para que si eres un hombre tu voz se oiga profunda y sensual y que si eres una mujer tengas una voz muy dulce, cariñosa y también muy sensual.

18. Prepárate con antelación: crea tu propio personaje

Debes tener claro como vas a gesticular, con qué frases vas a entrar, como mantendrás la conversación y hasta que punto lo harás, en qué momento vas a pedir el teléfono, cuando darás pie a una próxima cita, …
Te recomiendo que te pongas en casa delante del espejo y que practiques un poco cada día. Verás que al final todo sale solo y muy automático.

19. El Baile: un lugar perfecto para encontrar una pareja

Si tienes dificultades para encontrar pareja y estos consejos sobre como encontrar una pareja te cuestan de asimilar, te recomiendo que te apuntes a algún tipo de baile. Lo digo porqué ahí las parejas ya están hechas y esto va a dar mucho juego y poner las cosas a tiro. Además, en el baile muchas veces se realizan ejercicios con distintas parejas y esto va a permitir que pruebes un poco de cada persona.

20. Invítalas o invítalos a sitios diferentes

No te pases mucho (no seas muy extravagante) pero intenta ir a sitios poco convencionales y que abran el diálogo. De esta forma conseguirás que el ambiente sea más distendido y que la otra parte esté llena de curiosidad. Te recomiendo que prepares alguna cosa extra como una bromo o una curiosidad del sitio.
… Puedes decir algo como: “bueno, y aquí es donde los novios se venían a dar el primer beso… Pero, no somos novios, no?? Y luego ríes un poco”

21. Cuidado con el sexo demasiado rápido

Los hombres tienen siempre esta inclinación y a veces auyentan a la mujeres. Los hombre deben ser muy delicados e intentar esperar porque cuando se espera el sexo femenino suele devolver la recompensa.
A la vez, las mujeres deben tener tacto y no hacer esperar demasiado porque puede ser que el hombre se canse y tire la toalla.
Una buena forma de introducir el sexo es beber un poco y mantener una cena llena de dobles significados y distintos jueguecitos.

22. Ten personalidad

No hay nada que guste más a las mujeres que un hombre hecho y derecho que tenga las ideas claras y mucha personalidad. Ten siempre claro que es lo que quieres y a donde quieres llegar. Marca tu terreno

23. Muéstrate muy estable

La estabilidad es buen valor para hombres y mujeres. Recuerda que a la persona que tienes delante vas a acabar teniéndola a solas contigo y que lo mejor será que les des confianza. Por lo tanto, intenta no hacer burradas porque sino lo vas a tirar todo por la borda.
Te recomiendo estés en tu sitio.

24. Haz ver que les gustas

No de un modo directo, pero si con tu miradas y tu actitud y gesticulación. Para dejar claro que gustas un poco lo mejor es buscar la picaresca y los dobles sentidos. Recuerda que estos casos de broma en broma se acaba como se acaba…

25. No seas nunca monotema

Este es uno de los principales peligros en las primeras citas porque si la otra parte ve que paras de hablar de hablar de algo en concreto, será muy fácil que la aburras y te va a dejar rápido.
Intenta tener una conversación interesante y muy distendida.
Ahora que has acabado de leer todos estos consejos, quiero que hagas dos cosas: la primera es que vayas al punto 3 y te des de alta en las webs para conseguir pareja más rápido. Una vez lo hayas hecho, vuelve a leer con calma todos los puntos e internaliza la información para cambiar la forma con la que ves el proceso para encontrar pareja.
Después de una ruptura de pareja (y si no hemos sido nosotros quienes decidimos ponerle fin), nos sentiremos verdaderamente mal. Probablemente, nos costará comprender cabalmente los motivos, aunque nuestra pareja se haya ocupado de exponerlos prolijamente. También sentiremos que ya no hay esperanzas, ni posibilidades de recuperar a nuestro amor. Sin embargo, esto no es totalmente cierto.
Es verdad que no siempre es posible retomar una relación que se ha acabado, especialmente si quien ha decidido ponerle fin tiene bien claros sus motivos. Pero otras veces las rupturas se producen por causas circunstanciales. Y es en esas situaciones, si que podemos hacer algo para recuperar a nuestr@ ex. Más importante aún: podemos hacer algo para permanecer juntos.

En primer lugar debemos tomar conciencia de que los conflictos existen en TODAS las parejas…

…porque se trata de dos individuos con personalidades, gustos, puntos de vista e intereses diversos, más allá de lo que puedan tener en común. ¡Por supuesto que tendremos discusiones!, pero no es el fin del mundo. Y no debemos reaccionar exageradamente ante los conflictos: la comunicación es la base del entendimiento, y siempre hay un punto intermedio en el cual ponernos de acuerdo, ¿verdad?
Si queremos recuperar a nuestra pareja hay cosas que, definitivamente, NO debemos hacer:
  • Tratar de convencerl@ de que estar juntos es lo mejor para ambos.
  • Ponernos en el papel de víctima.
  • Hacer promesas que no podremos cumplir o que nos ponen en una situación incómoda.
  • Rogarle que regrese.
  • Culparl@ de todo lo que salió mal.
  • Resistirnos a la ruptura: si nuestra pareja plantea la separación, en principio deberíamos aceptar un alejamiento, para poner las cosas en perspectiva. Ya habrá tiempo de intentar volver a estar juntos.
  • No prestar atención a los motivos que nuestra pareja expone para la ruptura: escuchar es, en estos momentos, más importante que hablar.
  • Hacer una escena de celos y atribuir la ruptura a una tercera persona (a menos que, claro, sea esa exactamente la causa por la cual nuestra pareja decide terminar la relación)
Pero como no vamos a quedarnos de brazos cruzados, también hay una lista de cosas que SÍ podemos hacer para recuperar nuestra pareja.
  • Invitar a nuestra ex pareja a conversar sobre los problemas que hemos tenido y nos llevaron a separarnos. Podemos descubrir que él/ella se ha estado sintiendo mal por un tiempo, sin que nosotros los supiéramos.
  • Mostrarnos con voluntad de recuperar la pareja, pero NO desesperados. No hay nada peor que alguien nos diga: “Sin ti no puedo vivir”: nadie quiere sentirse responsable de la vida de otro (ni merece semejante carga).
  • No estaría mal deslizar sutilmente que también podemos estar muy bien sin compañía. Eso aumentará el interés de nuestr@ ex: nada despierta más el interés de uno, que la falta de interés del otro.
  • Exponer nuestras necesidades y deseos. La vida en pareja es de a dos. Quizás tampoco nosotr@s lo estábamos pasando bien, pero no dijimos nada. Sin embargo, el malestar siempre termina aflorando.
  • Un buen truco es lucir un peinado nuevo, o un maquillaje diferente, o una prenda de un look distinto al que acostumbrábamos. Eso le mostrará a nuestr@ ex que la ruptura no ha sido el fin del mundo, lo que también le quita tensión al encuentro.
  • Es necesario descubrir juntos si nuestros caminos han comenzado a separase en algún momento, y ya no corren en forma paralela. Quizás ha habido cambios en los intereses de uno u otro, o en el proyecto de vida personal. Mientras haya puntos en común, “lugares” (no físicos) en los que ambos podamos encontrarnos, siempre será posible volver a estar juntos. Después de todo, una pareja es la suma de 1 + 1.
Cuando rompemos con una pareja, nuestro primer impulso (luego de llorar y sufrir y preguntarnos repetidamente “¿Por qué?”) es intentar comunicarnos, encontrarnos, vernos, preguntar, reclamar, echarle y echarnos la culpa y hasta (¡por Dios!) rogar.
¡Vamos! ¿Quién puede decir, con total honestidad, que nunca ha estado en ese lastimoso lugar? Sin embargo, si logramos refrenar el primer impulso, tendremos muchas más oportunidades de recuperar nuestra pareja, que si nos dejamos llevar por la angustia, la desesperación y la auto-conmiseración.
Si nuestra pareja es quien decidió poner fin a la relación (y de esa situación estamos hablando), debemos entender, antes de dar un solo paso, que ha habido motivos para que esto suceda. ¿Sabemos cuáles son? ¿Nuestr@ ex se ha encargado de detallarlos? Si los conocemos, ¿nos hemos detenido a pensar en ellos?
Si aún no lo hemos hecho, éste es el momento. Porque lo que nuestra ex – pareja necesita ahora es calma, tranquilidad y espacio.

¡Sí, déjal@ respirar!

Acosar a alguien que ha terminado con una relación, por los motivos que fuere, no es el mejor plan para conseguir que regrese.
Las razones por las cuales debemos dar espacio a una ex pareja son varias. En primer lugar, es bueno para los dos descubrir cómo es la vida sin el otro. Si “desaparecemos” por un tiempo, daremos a nuestr@ ex la oportunidad de extrañarnos, reflexionar, pensar en la relación. Quizás descubra, por sí mism@, que, después de todo, no era una separación lo que realmente quería.

Por otro lado, no acosarl@ es mostrarle que podemos vivir perfectamente sin él/ella. La falta de comunicación por nuestra parte despertará, cuando menos, su curiosidad. Y, muy probablemente, su interés. Además de sacar de sus hombros la pesada carga de ser responsables de nuestra felicidad o infelicidad.
Por otra parte, el hecho de continuar con nuestra vida (y que nuestro ex se entere, en forma casual, de ello) también será un motivo para que piense en nosotr@s y en los momentos que compartimos. Más aún, sentirá que, si decide volver, probablemente no será tan fácil recuperarnos, dado que también tenemos nuestro propio espacio y, aparentemente, nos sentimos muy bien en él.
Debemos tener claro que “dar espacio” significa cero comunicación: no llamar por teléfono, ni enviar mensajes de texto; no preguntar a sus amigos por su vida, ni tratar de conseguir información en forma subrepticia; no provocar encuentros “casuales” ni asistir a reuniones a las que sabemos que también asistirá. En una palabra: darle a entender que no estamos muriendo por la ruptura.
Si, repentinamente, nuestra ex pareja nos invitara a un encuentro “amistoso”, trataremos de lucir lo mejor posible. No haremos ninguna mención a nuestra relación pasada, ni a los buenos momentos que hemos pasado juntos. Si él/ella sacara el tema, no está mal reconocer los errores que podamos haber cometido, pero sin cargar las tintas, obviamente.

¡De lo contrario!

Lograremos el efecto contrario y sentirá que romper la relación ha sido la mejor decisión de su vida. Contestaremos amablemente sus preguntas sobre nuestra vida, pero sin entrar en detalles: dejaremos claro, sin decirlo abiertamente, que esto ya no le incumbe y no tiene derecho a preguntar.
Darle espacio no sólo significa no invadir su privacidad, sino hacerle sentir que ya no formamos parte de su vida, que romper no ha sido tan terrible, y que podemos seguir adelante cada uno por su lado.
Tengamos en cuenta, eso sí, que el tiempo y la distancia también pueden jugarnos en contra: quizás él/ella comience a disfrutar de ese tiempo sin nuestra presencia, y ya no quiera volver. O, quizás, descubramos que podemos ser felices sin una pareja. Prepárate para cualquiera de las posibilidades, y aprende a disfrutarlas.
Se supone que las vacaciones son la época del año en que disfrutamos del tiempo libre, el descanso, de algún bello lugar y de las cosas que más nos gusta hacer. Pero, a la vez, pueden ser una trampa para las parejas que no acostumbran pasar tantas horas del día juntas.
De hecho, es sorprendente descubrir la cantidad de parejas que rompen durante las vacaciones, o en épocas festivas como Navidad. Claro, puede ser sorprendente si no pensamos en cuál es el efecto que estas fechas producen en cada uno de nosotros.
Bethany Marshall, psicoanalista especialista en relaciones de pareja, explica que las vacaciones anuales nos ponen cara a cara frente al paso del tiempo; es el momento en que analizamos el año que ha pasado, y hacemos planes y proyectos para el que nos espera después del descanso.
Y, en esos planteos, algunos se preguntarán si realmente desean estar otro año más con quien están en ese momento. Pregunta que, con el trajín de la vida cotidiana, nunca se habían hecho.
En ese caso, es posible que uno de los miembros de la pareja se dé cuenta de que, realmente, quien tiene a su lado no es la persona con la que quiere estar. Por lo general, este tipo de rupturas ocurre al regresar. En ese caso, una reconciliación será más difícil, ya que fue debida a una meditación y análisis de la pareja, y no algo espontáneo.
Claro que no todas las peleas de vacaciones son rupturas definitivas. Aunque las veamos como la mejor época del año, las vacaciones también puede resultar estresantes, en cierto sentido: el tener tooodo ese tiempo libre nos pone frente a nosotros mismos.
Y muchas son las personas que no saben qué hacer cuando están con ellas mismas. Ni qué hacer con su tiempo libre. Sin contar con que los preparativos significaron corridas, organización, desembolso de dinero que, en la mayoría de los casos, hemos ahorrado pacientemente durante el año para el “gran momento”. Ni hablar si, encima, nos toca mal tiempo.

Una prueba de fuego

Estar juntos todo el día, para una pareja acostumbrada a verse en las mañanas y las noches solamente, es una prueba de fuego. Es casi como estar con alguien desconocido. Como estamos descansados, comenzaremos a notar pequeñeces que en el trajín diario pasaban inadvertidas: que deja la ropa fuera de lugar, que no se quita la arena del calzado, que decidió no colaborar en las tareas porque “estamos de vacaciones”, que quiere comer comida china (¡pero si en casa comemos comida china cada viernes!)… en fin… pequeñeces, que se acomodan unas sobre otras haciendo una montaña que nos oculta el maravilloso paisaje que vinimos a disfrutar.
Y resulta que, por una montaña de pequeñeces, terminamos discutiendo y peleando cada día de las, alguna vez antes de ahora, ansiadas vacaciones. Y hasta es posible que supongamos que nos equivocamos, que “ésta” no es la persona con la que queremos estar, ésta que ahora se descubre ante nuestros, hasta ahora, vendados ojos.

El momento revelador

Probablemente, si en ese momento “revelador” fuéramos otra persona, espiando por la ventana, nos daríamos cuenta de que, realmente, estamos exagerando. Analicemos la situación un momento.
Hasta este día, hemos tenido una buena relación con nuestra pareja. Con nuestras diferencias, obviamente, pero con más momentos buenos que malos. Hemos hecho planes, proyectos, que trascienden las vacaciones y son para el verdadero futuro, el que llegará dentro de unos años.
Esto significa que suponemos que estaremos juntos cuando el tiempo pase, que “nos vemos” juntos. Quiero decir: si te ves envejeciendo con alguien, ¿cuán malo puede ser que deje la toalla fuera de lugar?
Si nos damos cuenta de que nuestra “ruptura vacacional” se debió a hechos circunstanciales, al acaloramiento de una discusión momentánea, no es grave. Probablemente, pasados unos días, ya de regreso, estaremos en condiciones de conversar sobre lo sucedido, recapacitar. Y, probablemente, hasta reírnos de nosotros mismos.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Cuando rompemos con un ex, la primera reacción es, frecuentemente, querer recuperar la relación. Es normal sentirnos de ese modo, ya que la ruptura implica un cambio drástico en nuestras vidas. Sin embargo, antes de salir alocadamente a tocar a su puerta, mandar un mensaje de texto tras otro y llenar su casilla de mails, quizás deberíamos tomarnos un tiempo para reflexionar.
Ahora bien, si fue nuestr@ ex quien terminó la relación, y dejó claramente expresada su intención de NO volver, probablemente deberíamos abstenernos de insistir sobre el tema. No hay nada peor que un ex que nos persigue noche y día rogando volver a empezar.

¿Problemas externas o de fondo?

Si fue nuestra decisión (y ahora nos arrepentimos), deberíamos analizar si fue una reacción provocada por situaciones externas (problemas familiares, de trabajo, presiones de algún tipo que nos han puesto de malhumor en el último tiempo), o si hubo problemas de fondo que nos impulsaron a terminarla.
La pregunta fundamental, entonces, es: ¿por qué se terminó la relación? Quizás la primera respuesta que viene a nuestra cabeza es “No sé”. Pero, si nos sentamos tranquilamente, con una taza de café recién hecho, y pensamos seriamente en cómo ha sido la relación, podremos identificar, seguramente, varios motivos que provocaron esta situación.
Si son circunstanciales, como los que mencionamos anteriormente, son temas que se pueden resolver. Claro, si creemos, sinceramente, que vale la pena. Quiero decir: si hasta ese momento hemos tenido una gran relación, hemos hecho proyectos serios con nuestra pareja, y es una pareja estable, estos temas no son básicos para romper una relación.

Con una mano en el corazón

Pero quizás comencemos a descubrir que había problemas algo más serios, en la relación en general, o en uno o ambos integrantes de la pareja. En primer lugar deberíamos poner una mano en el corazón y contestar a las siguientes preguntas con absoluta sinceridad y desapego:
¿Quiero volver con mi ex porque l@ amo, o porque no sé estar sin pareja?
¿Soy capaz de tener una buena relación de pareja, o mis relaciones siempre han sido conflictivas?
¿Mi ex, ha sido una buena pareja o ha tenido conductas o actitudes que me han lastimado, con cierta frecuencia?
¿Puedo reconocer en mí conductas o actitudes que han hecho sufrir a mi pareja?
¿Tenemos intereses, gustos, ideas en común? (algunas, no todas, claro, no se trata de comportarnos como una sola persona).
Si la respuesta a las cuatro primeras preguntas es dudosa, o identificamos, sin dudar, situaciones dolorosas a repetición mientras estuvimos juntos, ni siquiera vale la pena que contestemos la quinta, porque, evidentemente, no sería sano para ninguno de los dos retomar una relación claramente conflictiva, aún si tuviéramos cosas en común.

¿Tendemos a repetir…?

Contestar estas preguntas nos puede servir, además, para reconocer si tendemos a repetir un patrón de malas relaciones. Más aún: si tendemos a permanecer en relaciones que no nos hacen bien, simplemente porque tememos terminar con ellas.
Pero, si no tenemos dudas acerca de que, en general, las cosas estaban bien, no todo está perdido. Significa que hemos tenido una buena relación y, si hemos sido los responsables de la ruptura, podemos rever nuestra decisión e intentar volver con nuestr@ ex.
Incluso podemos hacerlo si la respuesta a la última pregunta ha sido NO: no es necesario que nos gusten las mismas cosas, podemos, sencillamente, compartir aquellas que hacen feliz a nuestra pareja (y viceversa), sin necesidad de morir de gusto por ellas.
Ok, entonces. Si acabas de romper con tu pareja, y estás hundid@ en un abismo de infelicidad, deja de sentir lástima, prepárate un café, y siéntate cómodamente y en silencio. Piensa, reflexiona, y luego decide, con calma, si es una buena idea volver con tu ex.
A veces sucede que, luego de haber roto con nuestr@ pareja, nos damos cuenta que, en realidad, quizás hemos exagerado un poco con la reacción por algo que no merecía la pena. O tal vez vemos que nada era realmente tan malo como parecía, y las cosas que nos distanciaban tienen solución.
Ya sea que hayamos roto con nuestra pareja y pretendamos recuperarla, o que hayamos cometido un error que l@ lastimó o hizo enojar, es el momento de pedir perdón.
En el segundo caso, nada requiere demasiados preparativos. Si lo que hicimos no es grave, bastará con una disculpa sencilla, en forma personal. Debemos dejar claro que reconocemos nuestro error, y sentimos sinceramente haberle provocado dolor o molestia. Podemos transmitirle, además, nuestra intención firme de no volver a cometer el mismo error.
También podemos enviarle una tarjeta de disculpa divertida, si sentimos que no podemos hacerlo personalmente, que incluya un mensaje de nuestro puño y letra pidiendo perdón. Si la situación no es grave, seguramente con esto bastará.
Pero si hemos roto con nuestra pareja, y queremos recuperarla, no podemos dar ningún paso en forma apresurada.
En primer lugar, debemos decidir si realmente queremos disculparnos con nuestra ex pareja porque estamos conscientes de nuestro error, o si sólo se trata de una maniobra para volver a estar juntos. Y, en esto, debemos ser muy sinceros con nosotros mismos. De lo contrario, corremos el riesgo de que la situación vuelva a repetirse, y esta vez será definitiva, con seguridad.
Si realmente nos arrepentimos, esperaremos unos días después de la ruptura, antes de pedir perdón a nuestra ex pareja. De ese modo, le daremos tiempo para que su enojo se apacigüe, y su dolor disminuya. Caso contrario, es probable que ni siquiera quiera escucharnos.

No es cosa sencilla

Pedir disculpas sinceras no es sencillo, es verdad. Pero, seguramente, nuestra ex pareja sentirá que la relación realmente nos importa, si pedimos perdón por los errores cometidos. Es importante, entonces, tener claros cuáles fueron esos errores.
Debemos tener sumo cuidado de no echarnos la culpa de todo lo que anduvo mal en la relación, por varios motivos: uno, es que todos cometemos errores, y seguramente nuestr@ ex también lo habrá hecho; en segundo lugar, cuando hay una ruptura, es bastante improbable (aunque puede suceder) que sea culpa de una sola de las partes; en tercer lugar, quedaríamos en una situación de mucha presión, ya que sería prácticamente nuestra responsabilidad hacer que la relación vuelva a funcionar.
Por otro lado, si tenemos claro que hay ciertas conductas nuestras que resultan molestas o dolorosas para nuestra ex pareja, deberemos hacer un sincero esfuerzo por cambiarlas. Más aún, podemos transmitir este propósito a nuestr@ ex y hasta pedirle su ayuda para cambiar este comportamiento.
El momento de pedir perdón no es, sin duda, el momento de echar culpas. Como decíamos, también nuestr@ ex debe haber cometido errores, pero nunca mezclaremos nuestras disculpas con reclamos. Sin embargo, es probable que nuestra actitud lleve a nuestr@ ex a reconocer sus propios errores. Será entonces, una excelente oportunidad para comenzar de nuevo, sabiendo qué no debemos hacer, y qué no aceptaremos de nuestra pareja.

¿Cómo pedir disculpas?

Pedir disculpas en forma personal es, posiblemente, la mejor opción. Pero si no te atreves, o tienes miedo de que la reunión termine en una nueva discusión, puedes escribir una carta en la cual volcar todo lo que sientes y piensas (sin olvidar que te estás disculpando, claro).
Personalmente, creo que el mail no es la mejor opción, por impersonal. ¡Mucho menos el mensaje de texto!
El modo en que nos disculpamos dirá mucho acerca de la importancia que damos a nuestra pareja. No dejemos pasar la oportunidad, entonces, de demostrarle que aún l@ amamos.
Muchas personas creen que los celos son un sentimiento inevitable en una relación de pareja. Y esto es cierto.
Pero los celos tienen muchas formas.
La más común es sentir celos de las demás mujeres/hombres que nuestra pareja pueda llegar a conocer.
Tenemos miedo de que encuentre alguien más atractiv@, simpátic@, agradable, y muchos etcéteras, y quiera reemplazarnos.
Este tipo de celos, si bien pueden resultar halagadores para nuestra pareja, también pueden ser destructivos, porque indican falta de confianza.
Pero hay muchos otros tipos de celos, y podemos usar este sentimiento como herramienta para tratar de recuperar a una ex – pareja.
Eso sí, debemos tener en cuenta que esta no es una herramienta infalible, y que podemos tener el resultado contrario al que estamos buscando.
También debemos tener claro que el objetivo principal debe ser nuestro propio bienestar, y no simplemente conseguir que nuestra ex – pareja regrese a nosotros.
Por muchas ganas que tengamos de recuperar una relación, lo primero debe ser siempre nuestra propia felicidad.
Y muchas de las cosas que podemos hacer para estar mejor pueden contribuir, adicionalmente, a dar celos a nuestr@ ex… así que, ¿por qué no aprovechar la situación, entonces?

El motivo más claro

El motivo más claro por el cual nuestra ex – pareja puede sentir celos es si nos ve con otra persona.
Quizás sea sólo un amigo o una amiga, pero el simple hecho de ver cómo nos divertimos y la pasamos bien con alguien más, seguramente le hará sentir que sólo él/ella tiene derecho a estar con nosotros.
Esta técnica tiene una desventaja notable: para que se entere que estamos con alguien más necesitamos: a) tener el mismo grupo de amigos, lo que no siempre sucede; b) ir a los mismos sitios, lo que puede ser no sólo incómodo (especialmente si la pareja acaba de terminar) sino que puede hacernos ver como personas desagradables, que sólo quieren molestar.
Otra cosa es, si coincidimos por casualidad en un sitio, o se entera a través de terceras personas, situaciones que no podemos manejar, pero que nos vienen de perillas.
Sin embargo, como dijimos, hay otros elementos que pueden hacer sentir celos a nuestra ex – pareja.
Por ejemplo, saber que hemos logrado un ascenso en nuestro trabajo, o hemos cambiado nuestra casa por una mejor, o nos hemos comprado un coche, o decidimos comenzar una carrera / curso / actividad que teníamos postergada, o nos hemos ido de viaje…
Enterarse de que hemos sido capaces de hacer estos cambios en nuestra vida a partir del momento en que él/ella dejó de estar a nuestro lado, puede hacerle reflexionar sobre la relación que terminó, la forma en que se comportó, los errores que cometió.
Probablemente, este nuevo “yo” que somos le guste tanto que quiera regresar.
Pero, como anticipamos, esto puede ser un arma de doble filo. Porque también puede sentir que, claramente, estamos mejor ahora, y la pareja era un lastre para nosotros.
O puede pensar que hemos cerrado la puerta en forma definitiva, comenzando una nueva etapa. O que nos recuperamos tan rápidamente, que quizás no estábamos realmente comprometidos en la relación.
Por este motivo decíamos que, el principal objetivo de ese “querer estar bien”, debemos ser nosotros mismos, debemos hacerlo por nosotros y no por alguien más.
Ya que si el “alguien más” no regresa, podremos seguir adelante y sentir que esa persona pasó a ser, definitivamente, nuestra ex – pareja.

Cómo Recuperar a Un Viejo Amor

Perder a un amor puede ser una situación en verdad difícil: en especial cuando queremos luego intentar recuperarlo, y no sabemos por dónde comenzar. Sin embargo, hay algunas reglas sencillas que nos dan una buena idea de nuestros pasos a seguir, en el intento de que esa persona especial retome su lugar en nuestras vidas.
La historia infinita.
El amor de tu vida se fue. Es desgarrador, sientes como si te hubiesen arrancado el corazón del pecho, aún palpitante, y crees que no podría haber desconsuelo peor. ¿Cómo lo sabemos? Porque muchos hemos sentido lo mismo alguna vez, y todos (o casi todos) hemos reaccionado de igual manera al comienzo: inmediatamente comenzamos a evaluar todas las formas en las que podríamos recuperar a este gran amor.
Y de esto es, precisamente, de lo que hablaremos en este artículo. Si alguna vez esa persona te amó en verdad, entonces hay buenas chances de que logres recuperarle. Y aquí veremos cómo puede hacer para conseguirlo o, mejor dicho: qué es lo que debes evitar A TODA COSTA si buscas recuperar a tu amor.
No, no y no.
Hay algunas cosas que, a veces, hacemos casi como por error. Son esos actos desesperados, que ponemos en marcha sin calcular las consecuencias ni los efectos que podrían tener. Estas son las cosas que definitivamente no debes hacer, si intentas recuperar a tu amor:
  • Llamarle para suplicarle, llorar, rogarle que vuelva, incluso sugerirle que eres capaz de cualquier cosa si no regresa a ti… como herirte o hacerte algún tipo de daño. Esto no sólo no funcionará nunca, sino que, además, te hará ver infantil, eliminando todos tus atractivos a sus ojos. La culpa no ha de ser un motivo para hacer que regrese a ti: debe ser un acto de amor.
  • Tampoco lo hagas en persona… ni a través de email, mensajes ni nada. Si sientes la tentación de hacer algo de lo mencionado, entonces será mejor que procures no tener ningún tipo de contacto por el momento.
  • No es buena idea llamar cómplices a la causa, en especial si estos “soldados de paz” son amigos mutuos. Procura mantener a tus amigos y a los amigos compartidos alejados de todo esto, ya que podrías terminar por perder a tu amor y a tu amigo al mismo tiempo.
  • Resiste la tentación de enviarle regalos (flores, tarjetas, joyas). Aún más: procura evitar enviarle mensajes, emails, cartas… es decir, una vez más: evita el contacto en todo lo posible.
  • Y no caigas en tu propia trampa: no te mientas (ni le mientas) diciendo que quieres que “sean amigos”. En verdad, eso no es lo que quieres, y no ganarás nada con decírselo. Sólo ocurre en las películas que el gran amor perdido, al escuchar esta frase, cae en su error e intenta corregirlo, volviendo al protagonista. Pues esto no es así en la vida real: si tu amor te escucha decirle que “ya no te interesas por él o ella”, entonces tus posibilidades quedarán más lejanas que antes.

Ahora, bien, esto es lo que puedes hacer para recuperar a tu amor.

En primer lugar, hay que evaluar cómo y por qué se dio el final de esta relación. No es lo mismo si rompieron debido a una pelea, a una discusión, o a un acto dramático o una infidelidad. Aún así: siempre existe la posibilidad de recuperar a ese amor, si es lo que en verdad quieres.
Nos referimos a que, en este plan, debes pensar si recuperarle es en verdad lo que deseas. Suena drástico, pero es verdad: si estuvisteis juntos por sólo algunas semanas, quizás no se trate de un verdadero y profundo amor, sino de una buena relación. La pregunta aquí es “¿vale la pena recuperarle? ¿Es lo que quiere mi corazón, o lo que quiere mi orgullo?”
Tiempo al tiempo.
El secreto aquí es el tiempo. Si durante la ruptura lloraste y suplicaste, entonces deberás evitar el contacto por mayor tiempo. Debes darle tiempo a que te extrañe: es cierto que no sabemos lo que teníamos, hasta que lo perdimos. Ya tú lo sabes, pero debes dejar que tu amor también lo descubra.
Debes esperar. Debes dejarle en libertad: si necesita, que esté con otra persona. Y no desesperes. Ten paciencia: te extrañará, si eres lo que su corazón anhela. Y luego, cuando haya pasado un tiempo, entonces allí le llamas. Sin enojos, sin llantos ni súplicas: ya tendrás tu mente más relajada, y tendrás mejor predisposición para esto.
La llamada: el elemento vital.
Esta llamada, o este contacto, será lo que defina lo que sucederá entre ustedes. Mantente con tranquilidad, no desesperes. Piensa lo que vas a decir, y mantente casual. Dile algo como “estaba pensando en ti, ¿qué es de tu vida?”, y luego espera su respuesta. Aunque sea hiriente, aunque te arriesgues a recibir un “nada” como respuesta: tú estás haciendo tu intento, pero no tienes la palabra final, como tampoco la tiene tu amor completamente.
No hables sobre la ruptura. En su lugar, intenta tener una conversación casual, tal y como lo hacían al estar juntos. Si notas que tu amor no muestra interés, se inteligente: dile que sólo llamabas para saludar, pero que ahora no tienes mucho tiempo para hablar. Y recuerda: no le digas que quieres que sean amigos, eso no es verdad.
Puede que te diga que se alegra de recibir tu llamada, y que te extraña. Y puede, también, que no tenga interés en hablar contigo. Si se muestra interesado, invítale a tomar un café “algún día”, y observa su respuesta. Pero no le apresures, déjale su espacio para que pueda absorber todo lo que está sucediendo. Y se tú quien termine la conversación: si se torna extraña, o si se pone algo incierta, dile que “tienes que irte”, y finaliza la charla, pero de modo amigable y respetuoso.
La respuesta, la reacción: el resultado.
Debes tener en cuenta las respuestas recibidas. Si tu amor se ha mostrado con interés en volver a contactarse, eso será estupendo. Pero si te dice algo como “bien, ya hablamos. Hasta siempre”, ya sabes que debes dejarle ir.
Y luego: vuelves a esperar. No sigas comunicándote, deja que tu amor se preocupe por ello. Nunca sabes lo que puede suceder en el futuro. Puede que ahora no recibas la respuesta que quisiste recibir… pero quizás en unos meses, o en un año, o más, esa persona decida volver a ti, y sea tu amor quien, entonces, intente recuperarte a ti.

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